viernes, 12 de diciembre de 2014

El espíritu navideño en ti.



Ya sabemos que “fiesta” tiene que tener adentro Alegría. Para que haya Alegría es propicio hacer una reunión que se caracterice por la abundancia y la opulencia. Abundancia en el sentido de “muchos”: muchas personas, muchos familiares, muchas reuniones, muchos colaboradores, muchos “quehaceres” que son ejecutados de manera gratificante. Opulencia en el sentido de “lo mejor”: el mejor trozo de carne, la mejor harina para la torta, el mejor mantel, el mejor vino del año, la mejor vestimenta, el mejor humor, la mejor voluntad, etc.

Es recomendable que hagamos la Fiesta de Navidad con Abundancia y Opulencia y que cada participante se ponga mucho humor, mucha risa, mucha energía y disposición para que naturalmente se manifieste “Gran Alegría”.

Desde  hoy empiecen a buscar los elementos que participarán de la Fiesta de Navidad. Abran los cajones y elijan, desde ya, el mantel que estará cubriendo la mesa. Comenten con los hombres -maridos, cuñados, hijos mayores, yernos- que, estando en la calle, estén atentos y comiencen a comprar los vinos, las bebidas de festejo, las frutas naturales y secas. Las mujeres que empiecen a contar cuantos son los invitados, que hagan la elección de los platos y que desde hoy empiecen a reír de las anécdotas de Navidades pasadas y a tener una gran disposición para preparar toda la comida.

Esto es traer el Espíritu de la Navidad a tu hogar desde tu disposición mental positiva, que se contagia a todos tus familiares y amigos.

El Árbol de la Navidad es un símbolo. Obviamente que el tipo de árbol que tenemos la costumbre de ver -el pino- viene del hemisferio Norte, que está en la época del invierno. Otro dato relacionado con el árbol, es que esta forma de punta hacia arriba que tiene el pino es linda para un momento religioso donde todo está diseccionado al cielo. Por lo tanto, busquemos algo que tenga una forma que “va hacia arriba”.

Cuanto al tema de los regalos, es propicio que se regalen juguetes y cosas divertidas sólo para los chicos, que en su inocencia transmiten mucha excitación y alegría, llenado toda la fiesta de esta noble vibración.
Los estudios de la filosofía judía nos enseñan que es muy sano hacer caridad, y este es un momento favorable para tener esta actitud. Como estamos entrando en contacto con la energía del AMOR, del AMOR UNIVERSAL, estoy a favor de hacer donaciones en especial a hospitales de niños, comedores infantiles o cualquier otro tipo de institución que uno elija y tenga identidad con su labor.

Para ejecutar caridad podemos dar como ejemplo que lleven a estos lugares paquetes de azúcar, de arroz, de fideos, harina, leche en polvo, ropa que no tiene más uso para uno, juguetes viejos, cuadernos, libros y que mentalmente “pidan” que todos los habitantes del planeta Tierra tengan una Navidad Próspera, llena de Felicidad y de Amor.
Sin duda alguna este es El espíritu de LA Navidad en ti

Extraido de la web

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